ALBERTO MERCHÁN
Entrenador Nacional de Fútbol
Diciembre 2004
En
los últimos tiempos ha saltado una duda más que afecta al sistema táctico –
estratégico que un equipo plantea de cara a la disputa de un partido de fútbol.
Se trata de la conveniencia de defender las acciones a balón parado en zona o
al hombre, como venía siendo habitual hasta el momento.
Varios
son ya los equipos que utilizan el marcaje zonal a balón parado en el fútbol
profesional, de forma habitual, o de forma experimental en algunos partidos.
Bajo
mi punto de vista, la mayoría de estos equipos cometen errores importantes que
tienen que ver básicamente con:
·
La colocación de sus jugadores.
Un equipo que defiende en zona debe tener siempre equilibradas sus
líneas. De la misma manera que se emplea
un sistema de juego que permite un equilibrio entre las líneas, debe haber
también un sistema de juego para las acciones a balón parado que distribuya a
los jugadores de manera correcta.
Muchos equipos profesionales
distribuyen mal a sus jugadores porque:
1. Mucho de ellos están
situados lejos de la portería propia.
2. No se defienden ambos palos.
3. No se defiende el vértice
del área de meta.
4. No se defiende correctamente
la frontal del área.
·
Los jugadores quedan inmovilizados:
la colocación no es sólo estar en un lugar, sino ocupar un espacio con
el máximo aprovechamiento posible. Por
tanto, un jugador debe partir de una posición y moverse en actitud defensiva en
función del balón, del rival y del compañero.
·
No se sigue la acción: En muchos
casos se da por hecho que tras un primer despeje, la acción ya ha finalizado y
los jugadores ocupan espacios sin ningún tipo de orden. Pero estoy seguro de que muchos equipos
trabajan la estrategia ofensiva incluso tras un posible rechace. Es entonces cuando hay que insistir en
mantener ese sistema de juego específico defensivo para las acciones a balón
parado (SIJEDABP).
·
Hay una falta de concentración tremenda, tal vez por miedo a fallar de
forma individual a sabiendas del desastre que eso puede provocar respecto al
sistema en general
·
Como consecuencia de todo ello, desorganización, tanto en la acción,
como en la continuación tras posible rechace o despeje sin finalización de
acción rival, como en la salida al contraataque tras buena acción
neutralizadora.
Aún estamos pues en la etapa
de iniciación de este sistema táctico.
Cuando se empezó a utilizar el sistema defensivo zonal también hubo
múltiples controversias y desorganización, pero paulatinamente todos los
entrenadores han ido afinando para conseguir que sus equipos defiendan en zona
tomando como elementos básicos fundamentales conceptos como la cobertura, la
basculación, la salida al fuera de juego, etc.
Nadie discute hoy las posibilidades que ofrece la
defensa zonal en el transcurso normal de un partido. Progresivamente sucederá lo mismo con este
tipo de defensa pero en acciones a balón parado.
Ante
esta forma de intervenir defensivamente, hay firmes defensores de la defensa al
hombre. Son aquellos que consideran que tal recurso es más eficaz puesto que:
·
Nuestros jugadores van a estar en permanente cercanía con el jugador al
que marcan. Por tanto, se alcanza una
mayor seguridad general en el colectivo.
Estos miedos surgen por:
1. La cercanía de la acción a
nuestra portería.
2. La velocidad con que se
suceden los acontecimientos.
3. La posibilidad de rechaces e
imprevistos.
4. La posibilidad de jugar
sucio por parte de nuestro oponente sin que el árbitro lo vea o lo interprete
correctamente.
·
Todos los jugadores del equipo rival van a estar siempre
permanentemente marcados.
·
Se controla mejor la posibilidad de entrada desde posición más
retrasada y en segunda oleada de cualquier jugador rival.
·
Alguna otra cuestión que se tratará más adelante, pero en las que estoy
convencido de que una correcta utilización del sistema zonal hace que estemos
más seguro defendiendo de esa manera.
Estoy de acuerdo con tales
afirmaciones pero habría que ahondar en algunos otros aspectos para considerar
la conveniencia del marcaje zonal. Estas
son las explicaciones principales:
1. Permite llevar la iniciativa
en la acción porque el equipo se coloca antes que el rival. Un equipo que lleva la iniciativa tiene más
posibilidades de resolver correctamente cada acción puesto que depende menos de
la suerte y del error del rival.
2. Resulta más fácil la
anticipación. Aunque muchos afirmen lo
contrario, si la concentración es elevada y, puesto que llevamos la iniciativa
por estar mejor colocados, la anticipación debe lograrse incluso en
inferioridad física con el oponente.
3. No se corre detrás del rival
sin saber dónde nos puede llevar, como sucede en la defensa individual.
Habitualmente me produce una
sonrisa irónica ver cómo muchos equipos tienen a todos sus jugadores corriendo
sin saber dónde, pero todos hacia el primer palo porque allí van los rivales y
el balón. La zona trasera queda
descubierta, dejando a nuestro portero sin posibilidades. Y además el rival se
anticipa y golpea el balón.
4. Permite la realización de
ayudas, coberturas y basculaciones, como en cualquier otra acción del juego.
No me cansaré de decir que
el buen futbolista defensivamente hablando, el que produce admiración por
eficacia y elegancia, es aquel que domina estos conceptos, además de una
inteligente anticipación.
5. Favorece la resolución de
rechaces dentro del área y cerca de la portería. Sucederá así porque estamos correctamente
colocados según nuestro SIJEDABP y siempre que el grado de atención y
concentración sea elevado.
6. Defiende zonas importantes,
asegurando llegar antes que el rival:
·
Frontal de área.
·
Punto de penalty.
·
Área pequeña.
·
Ambos palos.
7. Hay una mayor facilidad para
resolver saques con prolongación al primer palo. Soy un defensor de los saques al primer palo
(ver artículo correspondiente) porque el atacante se suele anticipar. Pero ante una defensa zonal, los beneficios
que se obtienen al prolongar son mucho menores porque el equipo defensor sigue
ocupando los mismos espacios.
8. Ofrece mayor seguridad ante
inferioridad física respecto al rival. Una vez más, las claves son la
anticipación, la concentración y la iniciativa en el juego. Si marco al hombre sobre un jugador que es
más alto y fuerte que yo, no sólo me llevará a su terreno, sino que golpeará el
balón sin que yo pueda hacer nada. En la
defensa zonal, soy yo quien le espera y domina el espacio.
9. Permite una salida ordenada
al contraataque. Se produce siempre que
tengamos bien estructurado nuestro SIJEDABP porque cada jugador mantendrá dicho
esquema hasta la finalización de la acción pero ampliándolo a la totalidad del
terreno de juego.
10. Logra que todas las zonas
están siempre ocupadas. Al tener un
jugador en cada zona, todos los espacios que más nos interesa defender los
tenemos cubiertos. En el juego defensivo
individual es fácil desocupar zonas a las que llegará el rival.
11. Cada jugador sabe lo que
tiene que hacer y dónde debe estar. En
el marcaje individual, el defensor sólo sabe que debe perseguir a su oponente
pero nunca sabe cómo ni hacia dónde.
12. Liderazgo claro del portero
porque tiene controlada su zona y a sus defensores. Al igual que en cualquier otra acción del
juego, el portero puede colocar a sus compañeros en caso de despiste porque él
tiene la visión completa de la jugada.
13. Impide la precipitación por
intentar llegar a determinadas zonas (sobre todo por parte del portero). Cada uno tiene su parcela en la que trabajar.
14. Se adapta mejor a las
estrategias elaboradas del rival.
En todo caso hay que tener
en cuenta que:
·
Cualquier jugador puede salir de la zona teóricamente fijada para él en
caso de tener que ayudar a un compañero.
Esta situación no es distinta de la que se encontrará cada jugador
durante el transcurso normal del juego.
Defensa en zona significa
continuidad en el espacio y ayuda entre compañeros. Defensa en zona no significa una parcela para
cada uno.
·
Cada jugador debe tener siempre claramente fijadas las referencias del
balón, la portería y el rival oponente directo al que se va a enfrentar una vez
que la acción se ha puesto en marcha. El
defensor debe ir al encuentro del balón, protegiendo su acción respecto del
atacante y asegurando su posición respecto de la portería propia. Para ello deberá insertarse dentro del
triángulo que forman sus tres referencias, pero siempre en proximidad con los
dos elementos móviles (balón y atacante).
Saque Portería
Balón
Defensor
Oponente
(al inicio del
movimiento)
Por
supuesto tampoco es lo mismo defender un
saque de esquina que un tiro libre.
En este segundo caso, la colocación de jugadores en la barrera nos
limita a la hora de contar con jugadores suficientes para poder dominar todos
los espacios. Pero, si esa acción la
realizamos utilizando un marcaje al hombre, es posible que nos quedemos sin
jugadores suficientes para marcar.
Este
podría ser un ejemplo de SIJEDABP en un saque de esquina:
4
1 5
2
8
3
6
7 11
10
9
La idea
principal es trazar diagonales que protejan en última instancia el segundo
palo, de tal forma que las incorrecciones que el sistema pueda crear en la
espalda del jugador precedente las corrija el de detrás.
·
La primera diagonal se integraría dentro del
área pequeña por los jugadores 2-4-1-5, quedando los tres últimos en el primer
palo, portería (para el nº 1: el portero) y segundo palo respectivamente. El jugador número 2 protege el vértice del
a´rea de meta.
·
La segunda diagonal estaría formada por los
jugadores 7-6-8-3. Suponen la defensa de
la zona ancha del área: línea
perpendicular a portería y su proyección hacia el interior del área (nº 7),
zona de cobertura al primer jugador de ambas diagonales (nº 6), punto de
penalty y cobertura al anterior (nº8) y zona de entrada al segundo palo y
cobertura al anterior (nº3).
·
La tercera línea diagonal estaría formada por el
delantero centro (nº 9), que estaría fuera del área, esperando la salida al
contraataque y en zona de balón, hacia donde se producen más despejes. Se domina también la frontal del área (nº
10). Esta zona puede verse muy
condicionada por la posición de los rivales, tanto en el momento del saque como
tras rechace. El jugador nº 11 queda en
la zona posterior haciendo cobertura a los jugadores 6,8,10 y 3, al mismo
tiempo que trabaja sobre la entrada en segunda oleada por el segundo palo.
La defensa en zona en acciones a
balón parado es una cuestión de orden y concentración. Sus resultados serán óptimos siempre que
exista una creencia en las posibilidades que sobre sí mismo y sus compañeros
tenga cada jugador.
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