Este artículo apareció publicado por mí en enero de 2006 en un enlace de la página de la Federación de Fútbol de Madrid.
EL FÚTBOL-7 EN RELACIÓN CON EL SISTEMA EDUCATIVO
Todo entrenador de fútbol en un equipo de base sea cual sea la categoría del equipo tiene un objetivo prioritario que es la formación de sus jugadores. Al hablar de formación estamos queriendo decir que se pretende progresar en aspectos que van mucho más allá de la simple competición deportiva e incluso más allá del aprendizaje de las condiciones básicas del futbolista. Formar a un jugador es enseñarle, mejorarle o perfeccionarle en distintos aspectos, como pueden ser:
· Las cualidades técnicas y los principios tácticos específicos del fútbol, de forma progresiva y adaptada a la edad del jugador.
· Las cualidades físicas, atendiendo a un riguroso criterio selectivo de tareas, intensidades, volúmenes y tiempos de recuperación, en función de la edad y de las condiciones físico - deportivas del muchacho.
· El conocimiento y práctica de otros deportes y actividades físicas que complementen su formación futbolística específica.
· Los procesos psicológicos básicos. El deporte debe servir como estímulo para que el jugador progrese en la formación de su personalidad, así como en el desarrollo de su inteligencia, memoria o percepción.
· En relación con lo anterior, mejora en el ámbito espacio – temporal, y de forma particular la orientación, el manejo de las distancias y el cálculo del tiempo empleado para realizar determinadas acciones.
· El conocimiento y correcta aplicación de las reglas del juego.
· El fomento de las habilidades sociales. Teniendo en cuenta que el fútbol-7 es un deporte de equipo, las relaciones sociales son permanentes, pero también son frecuentes las tensiones.
· El fomento de la responsabilidad individual y del respeto hacia todos los miembros de la comunidad deportiva, desde él mismo hasta cualquier espectador, pasando por sus compañeros, entrenadores y técnicos de apoyo, directivos de su club, el propio club, su camiseta y su escudo, sus padres, etc.
· El refuerzo de su propio “yo”, logrando un espíritu competitivo aunque también deportivo; democrático aunque también asertivo (lo que es inaceptable siempre debe serlo, evitando influencias o negociaciones ante situaciones antidemocráticas o que coarten la libertad individual); comprensivo ante su entorno aunque suficientemente fuerte como para que el entorno no pueda más que él.
· Cualquier otro ámbito que el entrenador se proponga como objetivo fundamental, líneas a seguir por el club o escuela deportiva de la que formemos parte, etc.
Por tanto, a tenor de lo expuesto, el fútbol base, y por extensión también el fútbol-7, está íntimamente relacionado con el ámbito educativo.
EL SISTEMA EDUCATIVO ESPAÑOL.
En la actualidad nos encontramos con una importante fracción en la sociedad española que impide el desarrollo de una legalidad aceptable por todo el cuerpo político. Los posicionamientos tienden a ser extremos y cualquier reflexión en el ámbito de que se trate suele estar bastante politizado. La nueva ley educativa, que se encuentra en trámites de aprobación ha creado bastantes polémicas desde todos los puntos de vista. Los más críticos lo son por cuestiones politizantes y las modificaciones que introduce la ley con respecto a sistemas previos también lo son.
Mientras tanto, el sistema educativo español se rige por una legalidad que ha creado más dificultades que verdaderos progresos sociales pero que trata de aportar soluciones de tipo educativo y supone un punto de vista altamente progresista, equiparándose con los sistemas más avanzados de los países europeos más desarrollados, en cuanto a índices de bienestar se refiere.
Por desgracia, ese espíritu no es asumido por la mayor parte de la comunidad educativa, como tampoco por muchos técnicos de fútbol base que deberían comprender que su labor es la de formador antes que la de entrenador.
EL SISTEMA EDUCATIVO Y SU TRANSFERENCIA AL FÚTBOL-7
Eliminando toda cuestión política o de escaso interés para el ámbito en el que nos movemos todos los técnicos de fútbol base, pasaremos a descubrir algunos de los elementos que he extractado de la LOGSE y que me parecen interesantes porque pueden ser transferidos al mundo del fútbol-7.
Título Preliminar, Artículo 1.
1. La educación se orientará a los siguientes fines.
a) El pleno desarrollo de la personalidad del alumno.
El buen futbolista debe tener personalidad. En los Torneos de Fútbol-7 Nacional e Internacional, en categorías alevín e infantil de primer año respectivamente, podemos comprobar la enorme personalidad que demuestran algunos jugadores. Muchos de ellos van perdiendo esta cualidad con el paso de los años ante el carácter más físico y táctico que técnico que se empiezan a encontrar en el fútbol cadete e infantil.
¿Hay algo más hermoso para el espectador que ver jugar a Ronaldinho? Pues nadie se lo enseñó, su talento puro parte de su propia personalidad.
b) La formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales en el ejercicio de la tolerancia de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia.
Ya ha quedado dicho que el fútbol es un deporte de equipo y que la convivencia no siempre es fácil. El funcionamiento de un equipo es el mismo que el de la sociedad, en cuanto a derechos y deberes, libertades, principios democráticos, etc.
c) La adquisición de los hábitos intelectuales y técnicas de trabajo, ...
Para ser buen futbolista hay que ser disciplinado y asumir una correcta técnica de trabajo. Es necesario resaltar la importancia de los calentamientos, los estiramientos, los tiempos de descanso, la alimentación, etc. Cuando el jugador vaya avanzando escalones deportivos comprenderá la importancia de todo ello y podrá situarse por encima de otros que, quizá tengan más talento, pero carezcan de un correcto hábito de trabajo.
En cuanto a los hábitos intelectuales, la comprensión del juego, a partir de un proceso de elaboración mental en el jugador, se convierte en otro elemento diferenciador entre los buenos y los mediocres, ya a edades tempranas.
d) La capacitación en el ejercicio de actividades profesionales.
El fútbol-7 es el primer escalón en la carrera del pequeño deportista hacia actividades profesionales. Pero cuidado, sólo un minúsculo porcentaje de los chicos alcanza el profesionalismo. En todo caso, el deporte en las primeras edades favorece el desarrollo intelectual. A largo plazo, el joven deportista responsable habrá asumido una forma de trabajar y comportarse que le ha proporcionado el deporte de equipo y que podrá traspasar al ámbito profesional, en cualquier actividad.
e) La formación en el respeto de la pluralidad lingüística y cultural de España.
Fundamental en nuestra sociedad actual en la que la inmigración crece considerablemente cada año y esto repercute en la mayor parte de los equipos. Sirva como ejemplo de multiculturalidad en el fútbol-7 la participación de la selección de Camerún en el último Campeonato Internacional recientemente celebrado.
f) La preparación para participar activamente en la vida social y cultural.
El deporte de equipo en las primeras edades favorece este desarrollo. Las relaciones sociales establecidas dentro del grupo, así como sus interrelaciones y el conocimiento sobre el juego, favorecen la participación activa.
g) La formación para la paz, la cooperación y la solidaridad entre pueblos.
¿Alguien conoce algún país del mundo en el que no se juegue al fútbol? ¿Alguien conoce algún equipo de fútbol profesional que se niegue a la disputa de un partido por problemas políticos, étnicos, religiosos o de alguna otra índole?
El fútbol es mágico.
Recientemente se enfrentaron en el Nou Comp el Barcelona y una selección compuesta de forma conjunta por jugadores de Israel y Palestina (las dos naciones que llevan en conflicto desde el final de la Segunda Guerra Mundial y que difícilmente resuelvan su situación en fechas próximas).
El fútbol tendió su mano al mundo.
Artículo 2.
2. La actividad educativa se desarrollará atendiendo a los siguientes principios:
a) La formación personalizada, ...
Una buena preparación tendrá en cuenta las diferencias entre nuestros jugadores. Muchos de ellos aún estarán en vías de iniciarse en la mayoría de las cualidades básicas pero otros estarán dotados de un talento diferente o llevarán más años en la práctica del fútbol-7. No se trata de hacer un entrenamiento individualizado para cada uno, pero sí de atender los principales problemas que cada uno tiene en su aprendizaje para ofrecerle por nuestra parte una correcta respuesta, a modo de corrección o de incisión en esos aspectos.
b) La participación y colaboración de los padres o tutores para contribuir a la mejor consecución de los objetivos educativos.
Éste sea quizás el punto más divergente entre la postura orientadora y la realidad diaria en un equipo de fútbol-7.
La participación de los padres siempre será positiva si somos capaces de hacerles ver que ellos son el elemento básico en el progreso del muchacho como deportista. Pero nunca podremos consentir que opinen sobre nuestra labor o que su grado de participación pueda crear conflictos entre padres o entre los jugadores.
c) La efectiva igualdad de derechos entre sexos, el rechazo a todo tipo de discriminación, ...
En muchos equipos de fútbol-7 juegan chicas. Esto se debe a que los equipos de fútbol y fútbol-7 de categorías alevín, benjamín y prebenjamín participan en una competición mixta. Sería conveniente hacer ver a los jugadores que esta circunstancia no debe ser una desventaja para el equipo, sino una posibilidad más de crecimiento y de educación deportiva conforme a una igualdad de derechos. Al mismo tiempo, con las chicas hay que ser muy respetuoso puesto que su teórica inferioridad física y un posible rechazo por parte de los compañeros puede precipitar su abandono de la práctica deportiva a edad muy prematura.
d) El desarrollo de las capacidades creativas y del espíritu crítico.
El fútbol-7 es un espacio adaptado para el pequeño jugador. Esta circunstancia permite la posibilidad de un desarrollo de las capacidades creativas muy superiores a las que podrá desarrollar en sus primeros años en el campo grande.
Los entrenamientos deben potenciar también estas capacidades creativas y críticas. Los ejercicios en los que tengan que superar obstáculos o adversarios, jugar con balones o con reglas diferentes, o bien resolviendo problemas planteados, mejorarán la capacidad crítica de los muchachos de forma sorprendente y a muy temprana edad.
e) El fomento de los hábitos de comportamiento democrático.
Ningún grupo social puede avanzar correctamente si no se fundamentan una serie de normas. A veces, estas normas vendrán directamente marcadas por el club o por el entrenador pero es posible que en algún caso permitamos a nuestros jugadores crear las suyas propias. Es común también realizar una votación para elegir al capitán o establecer sistemas rotativos en la recogida del material. Con ello se está demostrando al jugador que todos somos iguales.
Pero es evidente que la normativa básica en torno a la que debe regirse un equipo tiene que venir impuesta por el entrenador. Es conveniente entonces hacer ver a los jugadores que el entrenador ocupa un lugar de jerarquía superior y que el establecimiento de normas no se debe a una cuestión arbitraria, sino a que es el guía para todo el grupo.
...
h) La metodología activa que asegure la participación del alumnado en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La repetición de ejercicios técnicos y de modelos de entrenamiento similares pueden hacer caer al jugador en el aburrimiento y en la falta de mejora.
Si queremos conseguir una participación activa del jugador y, por tanto, un proceso de enseñanza por nuestra parte y de aprendizaje por la suya habrá que intentar variar y adaptarse, pero sobre todo competir y mantener al chico despierto.
...
j) La relación con el entorno social, económico y cultural.
El entrenador del Manchester United, Sir Alex Ferguson, se refirió a esto de una forma muy clara durante una entrevista: “El fútbol nació en el mundo industrial y la ética del trabajo es parte de su esencia”. Hay que tener en cuenta el desarrollo socio económico del barrio en el que se inserta nuestro equipo, así como el de la mayoría de las familias de las que proceden nuestros jugadores. Pero la mayor parte de los equipos surgen en zonas no favorecidas.
k) La formación en el respeto y defensa del medio ambiente.
La práctica del fútbol-7 forma también en este valor por cuanto podemos hacer ver a nuestros chicos los siguientes aspectos:
· Deben ducharse siempre después de hacer ejercicio, pero también economizar agua.
· Usar los contenedores adecuados para tirar las latas, servilletas o envoltorios que utilizan muchas veces después de los partidos.
· Tener un comportamiento adecuado hacia la naturaleza cuando vayamos a jugar un torneo y a pasar mucho tiempo en grupo. El entrenador siempre debe dar ejemplo.
Título Primero, Capítulo 1º, Artículo 8.
La Educación Infantil[1] contribuirá a desarrollar en los niños las siguientes capacidades:
a) Conocer su propio cuerpo.
El deporte es uno de los medios más eficaces para conseguirlo. Por tanto, mediante una buena educación futbolística, estaremos contribuyendo a ello.
b) Relacionarse con los demás a través de las distintas formas de expresión y comunicación.
Ya hemos hablado de la importancia del grupo para las relaciones sociales. Además, rápidamente se establecen códigos particulares que forman parte de las distintas maneras de comunicarse entre ellos.
c) Observar y explorar su entorno natural, familiar y social.
Los muchachos viven en una sociedad que no les obliga a investigar para obtener. Tal es así que uno de sus graves defectos es el hecho de observar poco, incluso aquello que tienen delante de sus narices. Los medios audiovisuales les permiten mantener una actitud pasiva (miran pero no observan). En cambio, cuando el jugador se pone las botas y la camiseta, no tiene otro remedio que observar, indagar, participar, estar activo.
d) Adquirir progresivamente una autonomía en sus actividades habituales.
¡¡¡ La ley destinada a enriquecer el sistema educativo hace esta observación referida a niños y niñas de cinco años de edad!!!
Pues yo estoy harto de ver entrenadores que se pasan el partido gritando, jugadores que miran al banquillo esperando que se les diga lo que tienen que hacer. Y hasta jugadores profesionales que siempre hacen lo mismo, que cuando deben acudir cinco metros más allá de lo habitual se pierden.
No es tan difícil hacer a los niños pensar por sí mismos. Son los que más capacidad tienen para ello.
Capítulo 2º, Artículo 13, i) Respecto a la Educación Infantil , igual que
Capítulo 3º, Artículo 19, k) Respecto a la Educación Primaria (6-12 años) y
Capítulo 3º, sección 2ª, Artículo 26, i) Respecto a la Educación Secundaria (12-16 años)
Utilizar la Educación Física y el deporte para favorecer el desarrollo personal.
Todo queda dicho.
CONCLUSIONES.
Tal vez, algunas posturas en relación con el entrenamiento de jóvenes deportistas resulten algo paradójicas. Puede ser sólo la falta de costumbre.
Algún día nos daremos cuenta de que el trabajo bien hecho y bien organizado en relación con la actitud que mostremos ante nuestros chavales nos darán la recompensa esperada. El gran problema es que en el fútbol actual todo urge porque hay que ganar el sábado aunque dirijamos un equipo de peques.
Tengamos paciencia. Sólo así se educa. Veamos ejemplos como Osasuna, único equipo en las grandes ligas europeas capaz de seguir la estela del líder gracias a la aportación de una generación de jugadores forjados en la casa; el Athlétic de Bilbao, capaz de mantenerse entre los grandes a pesar de su política de jugadores nacidos en el País Vasco o “fabricados” en Lezama; los equipos sudamericanos, que invaden las ligas europeas a base de formar jugadores continuamente; o el Ajax, que alcanza la elite del fútbol europeo cada cierto tiempo a base de paciencia para formar hasta encontrar la generación que le lleve al éxito.
[1] La Educación Infantil abarca hasta los cinco años de edad. Algunos técnicos de fútbol-7 dispondrán de muchachos de esta edad que ya están practicando deporte.
