viernes, 24 de enero de 2014

Centrocampistas que vieron lo que ningún humano era capaz

Tributo especial hacia algunos medios de leyenda de la historia del fútbol mundial.

Años 70: KAZIMIERZ DEYNA (Polonia)


Años 80: GERALD VANENBURG (Países Bajos)



Años 90: MICHAEL LAUDRUP (Dinamarca)


De los años 90 al siglo XXI: ZINEDINE ZIDANE (Francia)


Siglo XXI: entre dos décadas: ANDRÉS INIESTA (España) y MESUT OZIL (Alemania)


domingo, 12 de enero de 2014

Algunas preguntas incómodas


·        Si el prefijo “co” indica igualdad de condiciones con otro, ¿por qué tantos periodistas se empeñan en llamar “colíder” al segundo clasificado cuando tiene los mismos puntos que el primero?
·        Si el adjetivo “zurdo” solo es aplicable a una persona, ¿por qué otros muchos periodistas utilizan formas del tipo “la pierna zurda” o “el perfil zurdo”?
·        Si el fútbol es un deporte de equipo, ¿por qué llevamos nueve meses pendientes de quién ganará el dichoso Balón de Oro?
·        Si un extremo es un delantero, ¿por qué llamamos así a un centrocampista de banda? Entonces, ¿por qué decirnos que un equipo juega un sistema de juego 4-3-3 cuando, en realidad, juega un 4-5-1 o un 4-2-3-1?
·        Si el fútbol es de los futbolistas y de los aficionados, ¿por qué permitimos que los clubes tengan dueños?
·        Si seguimos pidiendo fútbol en Navidad por el bien de nuestros hijos, aún cuando sea un fastidio para los jugadores, ¿por qué nos hemos acostumbrado a la liga en viernes, lunes y a las 10 de la noche?
·        Si el fútbol se compone de ataque y defensa, ¿por qué se dice que un equipo “está muy trabajado” cuando defiende duro aunque no ofrezca nada en ataque?
·        Si “equilibrio” significa mantenimiento de un estatus, ¿por qué se dice que un equipo mantiene el equilibrio cuando nadie rompe líneas en ataque?  ¿No será que solo interesa el equilibrio cuando es defensivo?
·        Si nos gustan los jugadores que desbordan, los creativos, los que inventan jugadas, ¿por qué se le da mucho más valor al equipo que juega “con las líneas muy juntitas”?
·        Si los partidos tienen 90 minutos, ¿por qué tantos entrenadores llegan satisfechos con 0-0 hasta mediada la segunda parte justificando que han conseguido “madurar el partido”?